Su tiquete de regreso a Bogotá tenía agendada la fecha del 31 de marzo de 2020. Ya pasó casi un mes y no ha podido tomar ese vuelo. A Carlos Sarmiento la crisis del coronavirus lo atrapó de paseo en la gran manzana de Estados Unidos, una ilusión que se convirtió en pesadilla.
Cuando el Gobierno de Colombia anunció el cierre de fronteras, Sarmiento no tuvo tiempo de reaccionar. Llamó a la aerolínea y ya los vuelos estaban cancelados y no estaba claro cuando los habilitaría: su camino de regreso a casa comenzaba a cerrarse.
Desde entonces espera un vuelo humanitario. Solo sale si necesita comida, al mercado o a uno de los colegios que el Estado dispuso para brindar alimentos a las personas que no tienen cómo abastecerse.
Con una publicación en Facebook empezó a buscar a otros colombianos que, como él, estaban en viajes temporales en Nueva York cuando cerraron la frontera. Al principio se contactó con 20 connacionales y ya son más de 90.
Diego Valencia es uno de los que respondió al mensaje de Carlos. Llevaba un poco más de tiempo en Nueva York y la cuarentena lo atrapó. Llegó el 23 de enero y su retorno era esta semana, el 22 de abril, pero no pudo volver.
“Hemos tratado de hablar con el consulado de Colombia y no tenemos respuesta. Nos dicen que Nueva York es un caso especial. Estamos esperando un vuelo humanitario y ayudas porque las cosas acá están muy complicadas y el Gobierno no nos ha dado apoyo. Estoy de turista, el dinero se acaba y la estadía es costosa”, dice Diego.
El Gobierno dice que está siguiendo la situación de los connacionales en el exterior y que se están gestionando vuelos humanitarios para los que estaban en viajes temporales, por negocios o turismo cuando se cerraron las fronteras.
Carlos critica esa medida. “Es una repatriación humanitaria que están cobrando. No sé qué tan humanitario sea que las personas que estamos en peligro en esta ciudad tengamos que pagar un vuelo por nuestra seguridad”, sentencia.
El Ejecutivo ha rescatado a 1.156 en catorce vuelos humanitarios. Los viajeros son los que han pagado los trayectos porque son comerciales.
El Gobierno le da el calificativo de humanitario teniendo en cuenta que se otorga el permiso para su arribo al país por una condición excepcional.
Además, las personas que los aborden deben asumir el compromiso de cumplir una cuarentena de dos semanas en la primera ciudad en la que aterrice el avión, que suele ser Bogotá. Si un viajero es de Medellín o Cali tendría que buscar un lugar por ese lapso para quedarse, costo que debe asumir por su cuenta.
En la noche de ayer llegó un vuelo humanitario desde Chile con 93 connacionales, pero aún quedan más de 2 mil esperando regresar.